No es triunfador
el que más disfruta
del placer del juego
sino el que más lo desea.
Mi objetivo no fue dar jaque al rey
sino, seducido por sus movimientos,
tejer una emboscada a la reina.
Mi tesoro era tu cuello
y llamaban éxito al collar de perlas.
Aunque algunos lo desprecian
estar en el lado perdedor
ni es maldición ni es condena,
tan solo una pura elección estética.
© Mariano Crespo
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