Páginas

martes, 13 de mayo de 2014

Cuando los veranos eran rojos


No hubo tiempo ni para conocer 
si éramos más de mar o de montaña 
cuando ya veraneamos de exploradores
en el parque natural de los deseos.
Aquel coto que dejó de ser privado
y que nos resultó tan familiar
pese a no aparecer en ningún mapa
y tan fácil de transitar sin estar señalizado

No hubo tiempo ni siquiera 
para conocer los terrenos vedados 
y las trampas para incautos 
escoger una canción 
para llorar nuestro fracaso en el futuro 
pensar en nombres para niños y mascotas
o el color de la pintura 
para algún piso en construcción 
en la barriada sin proyectos 
de las efímeras parejas.

No nos engañemos,
sí hubo tiempo.
Sucede que no teníamos en estima los relojes
y solo conjugábamos el presente 
y la primera persona del plural
de ese verbo sin seguridad
y tan seductor como demente.

Cuando los veranos eran rojos
y no había padres en la casa de los padres.


© Mariano Crespo

No hay comentarios:

Publicar un comentario