Hay dos caminos para la felicidad,
el de ida y el de vuelta,
el que viene y el que va.
No necesitan indicación
porque es el caminante
el que la lleva dentro
como un opaco talismán
Los caminos son solo un simulacro
para los que creen que el interior
está en el exterior.
o que los viajes precisan de mapa o guía
y solo necesitan curiosidad.
© Mariano Crespo
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