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domingo, 30 de diciembre de 2012

El inexistente rastro a perfume del adiós





Los finales duelen.


Hay una pausa, unos segundos, la duda
de cambiar un seco punto y final por una piadosa coma.


Los finales no huelen.



Las mujeres a las que dije adiós carecían de aroma.




© Mariano Crespo Martínez








                             

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