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sábado, 14 de julio de 2012

La sangre fría



No me gusta tomar decisiones
cuando me domina el apasionado y traidor lenguaje de la rabia.

Pero justifico los impulsos surgidos bajo su influjo sanguíneo
porque las emociones son como el oxígeno,
eso de lo que nos nutrimos como pájaros y panteras.

Lo que no perdono.
Lo que Truman Capote retrata y no disculpa.
Es la sangre fría que destruye mas que el abrasador rojo de la ira.

Lo que no perdonaré nunca es esa sangre fría de clase alta,
fría de estirpe y fría de estudios,
con que nos roban y, para más escarnio, nos insultan.

Si las lagartijas supieran
sonreír a las cámaras, se les parecerían.
 


 © Mariano Crespo Martínez




              
              

1 comentario:

  1. uhhhhhh! anoche estuve viendo Truman Capote y sobre el final, me quedé dormida.

    La rabia y la bronca se viven de esa forma, incontrolables!

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