Probó a convertirse en tres personas distintas imitando a dios.
En la clínica mental, como era de pago, le pusieron velas y le pidieron algun que otro milagro.
El gerente insistió en que aunque se curase le haría tres facturas.
El capellán sostuvo que eso era herejía porque uno y trino solo es dios y este loco era un cretino.
Al capellán le agradecieron en el despido las extremaunciones prestadas y las que cobró al contado.
Ayer encontraron muerto al paciente de la habitación 3.
Estaba diagnósticado como delirio de personalidad multiple.
Se pegó tres tiros.
El juez de guardia ha comentado, casi con admiración, que hasta en el suicidio hay que ser coherente.
Luego ha firmado por triplicado el levantamiento del cadáver.
© Mariano Crespo Martínez
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