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martes, 12 de junio de 2012

Como los ángeles





Ella se revolvió irritada
ante la pausa tropical de su conversación:

  No tengo tiempo para tus elucubraciones
-dijo como un manojo de lagartijas excitadas-
¿serías capaz de decir algo en dos palabras?

  Te amo.
- susurró él como el que se abona a un telegrama-

 Hubo un silencio para caramelizar azúcar.

A ella le empezaron a brillar los ojos como fósforos.
Con una pausa inusual divorció a los botones de los ojales.
A él le pareció entender unas palabras húmedas de una lengua que le invadía la oreja:

Cuando no te pierdes en rodeos hablas como los ángeles.

© Mariano Crespo Martínez


                         

2 comentarios:

  1. ......de cuantas pausas están hechos los momentos más llenos de nuestra vida.......bello!

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  2. Dos palabras.
    Bellísimo, Mariano.

    Gracias.

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