Páginas

miércoles, 8 de febrero de 2012

La mosca de detras de la oreja y los animales que envidia




A ratos pienso
que me hubiera venido mejor ser elefante.
Vivir siempre al amparo y morir donde se nace.
Otros ratos reflexiono
que no habría estado mal ser un murcielago
ciego ante la infamia y con radar para no estrellarse.
Cuando me levanto revoltoso
ansío ser paloma urbana
para honrar con escrementos a las estatuas,
tan distantes y tan blancas.
En algunos días de estío
me gustaría parecerme
a las sinuosas, y frias serpientes
para abrazarme al arbol de la ciencia del bien y del mal
darte la manzana y ver como te abandonas y jadeas.
En muy escasas ocasiones
me acepto como vulgar mosca.
Me parezco insignificante,
insufriblemente curioso,
molestando a los ociosos.
aliméntandome de mierda
y con manía persecutoria
como todos los bichos de izquierda.
Hasta que tu llegas
y me susuras al oido:
me gustas porque tienes alas
te quiero
porque me llevas a volar contigo
detras de las orejas
a prevenir desprevenidos.

MARIANO CRESPO.


                                   


No hay comentarios:

Publicar un comentario