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viernes, 24 de febrero de 2012

La calle y los túneles


La calle
es como la casa de los abuelos.
Está feliz
cuando estamos todos dentro.
Desde los túneles subterraneos
no se ven los árboles
ni los rumanos que
limpian cristales por unos centimos.
ni los tullidos
ni los enamorados,
ni los gritos de los hartos.
Los tuneles no tienen cebras ni pasos.
La calle, sin embargo,
no tiene salidas de emergencia,
ni extintores para
los incendios cotidianos.
Las calles tienen malabaristas,
loteras, músicos
y carteristas.
A la policía
no le gustan las calles,
en cuanto les dejan
las vacían.
Los túneles, como no ven,
son más leales con el sistema.
En el subsuelo
sobreviven y encuentran alimento,
las ratas, las cucarachas.
y los automóviles
para ciegos.

© Mariano Crespo Martínez 






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