Páginas

miércoles, 8 de febrero de 2012

Crónica de luna y de dos



Nunca mandes un mensaje
al mar en una botella que te has bebido.
La marea es una dubitativa mujer
que, cada día, se acerca y se aleja.
Perdóname el tiempo que te he perdido,
del que me has hecho perder
no tengo ninguna queja.
Saliste volando de mi pecho
pero ignorabas que la memoria
de las aves es conservadora,
saben el camino de regreso
pero ignoran la hora.
No te gastes las promesas
ni en creciente ni en menguante
que la luna se juega los cuartos
tan solo cuando está llena.
No todos los árboles tienen nido,
pero no dejan ver el bosque con su ramaje.
Nnca mandes un mensaje
al mar cuando el amor no se ha ido.

MARIANO CRESPO
.
                                                   

No hay comentarios:

Publicar un comentario